lunes, 18 de mayo de 2009

Misión cumplida

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.

Mario Benedetti





Misión cumplida...

Chau querido Mario... gracias por el fuego***

domingo, 10 de mayo de 2009

Poesía de otoño, pero con el color de la esperanza

Tu mano, esa, la que me convoca

Como aljibe en tu vientre,
como lumbre de tus sombras
me designo.

Y digo que me tienes, pájaro gris,
porque cuando me habitas
migran las estrellas a mis grietas
y soy galaxia
a la espera de tus dioses.
Soy tu mano, esa
que escribe mi cuerpo de colmena
y me trae a tu puerto moribundo
con los ojos redimidos,
la que intuye el rocío que condensan
los glaciares de mis noches
y fragua los contornos abismales
de mi boca malherida
cada vez que el silencio muere
arrancado de mis labios,
ardiendo en el roce oculto de tu copla.

Y digo que me tienes, amor mío,
y que no te pido nada sino el aire.

Soy una,
quieta, en tu mirada de naufrago,
si en este ensamble de colapsos
es tu aliento forajido
el que funde mis partes rotas,
si deshilvanas tu suspiro desquiciado
en la estepa de mi piel
y tu mano de trazos sangrantes
me convoca.


El lado oscuro de la luna

¿Cuál es el nombre que un astronauta
puede dejar en el suelo lunar? .- Carina Brzozowski-.

En el lado oscuro de la luna
los cucos han sazonado de óxidos
los valles poblados de silencio.
Una tensa espera fragmenta las galaxias.
Espera amarilla de fiebre,
verde de piel intoxicada,
cal en los labios del olvido
agrietando las falanges de una última esperanza.
Todo orbita sin quejidos.
Es eco de hambre
el tañido en el vientre de la luna y sus aldabas,
el vacío ahoga su respirar de hoguera,
su melena de obsidiana sujeta en el misterio del absurdo,
menguando las raíces de un adiós.
Todo orbita sin reclamos
y se desviste de promesas
acariciando la cara más ardiente
del sol.

Abril de 2009

miércoles, 6 de mayo de 2009


Este es el rostro que conocieron tus compañeros de lucha, aquellos que te precedieron en tu paso a la eternidad, para ellos, para vos, mis respetos y este homenaje

Un poema de Mario, para Mario***

SI DIOS FUERA MUJER

Si Dios fuera una mujer ¿y si Dios fuera una mujer?
-Juan Gelman



¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.


Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.


Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.


Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.


Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.



En homenaje al dramaturgo brasileño recientemente desaparecido, por haber sido referente y motor de tanto arte.

Alimento, senda, espera...


***A la compañía de teatro "El infierno de los vivos" por su obra "¿Qué onda con Borges?"***



Cielos se parten para derramar piedras

de espanto sobre el manto herido

de una ninfa de su magia despojada.

Versículos de aguarrás subscriben su culpa

en libros firmados por la pluma de jueces,

almas de muro en ilegítima instancia.

Sin vanidades, reserva su sensibilidad

a la búsqueda de una copa que se fíe

de ser vertida lejos de las fauces del abismo.

No habrá de ser espejismo

su mirada de mares helados

ni horizonte perdido la senda que su pie desnudo

dibuje con el roce de su silencio de tormentas

sobre el rostro de este mundo de vacíos.

No será su cuerpo ni su ceniza remanente

alimento para el fuego subterráneo

donde encienden sus vísceras los ciegos

y laceran con sus dientes la belleza de una flor

los burgueses y los cínicos,

cambiando por humo ácido el aliento liberado,

tiñendo de alharaca el quejido de un alma

olvidada en el armario, arrojada lejos,

donde intercambian su mutismo asombrado

los amaneceres a la espera de un milagro.