viernes, 14 de enero de 2011

De noche

Casi que la noche se enreda en mi pelo,
se trenza en guirnalda atada a mi cintura.
La llevo suave para que no se me note en los pasos
cuando atravieso el pasillo.
Siento los cascabeles prendidos a mis talones,
se encienden para guiarme a vos
cual luciérnagas,
una vez caídos los velos oscuros
tras el cristal.
La noche se enreda en mi pelo
y se despende de mi como nubes
en la vigilia.
Pero que más da...
tu voz me llama y yo, toda la noche,
soy vigía en alerta,
con mi cuerpo de humus y néctar
y una canción de cuatro letras
mansa en la boca.

Mujer luna

Asemeja haber sido amasada
en las palmas de la luna,
y como la luna custodia los sueños,
los acuna en su regazo dulce
y los reanima cada noche
para que no sucumban al resplandor del sol.
Acaso el frenesí del día
aturdiese sus oídos
y las calles borrasen de sus rostros
su nombre y su propósito;
paciente, ella,
los reúne y vuelve a soñarlos con su pluma,
para no dormirlos
por siempre jamás.