miércoles, 17 de febrero de 2010

Palabra maldita



Tan inútil como decir
es callar la palabra maldita.
Es como flotar desmembrado
por un laberinto,
en un flujo sordo
de hostil desmemoria.
Nada que perder te queda
en la orilla del espíritu,
maniatado en el enroque
de vivir sin utopías:
sólo malgastar las horas
abjurando la pureza frágil
de una plegaria
bautizada en los humores
de ablaciones y saliva
de vencidos.

Te faltan lágrimas para ser origen…
Te faltan caricias para poner tus pies
en la hoguera
y tus labios
en la frente del destierro.

1 comentario:

Ana Muela Sopeña dijo...

Fantástico poema, Daniela.

Tiene muchísima fuerza

Te felicito
Un beso
Ana