***A la compañía de teatro "El infierno de los vivos" por su obra "¿Qué onda con Borges?"***
Cielos se parten para derramar piedras
de espanto sobre el manto herido
de una ninfa de su magia despojada.
Versículos de aguarrás subscriben su culpa
en libros firmados por la pluma de jueces,
almas de muro en ilegítima instancia.
Sin vanidades, reserva su sensibilidad
a la búsqueda de una copa que se fíe
de ser vertida lejos de las fauces del abismo.
No habrá de ser espejismo
su mirada de mares helados
ni horizonte perdido la senda que su pie desnudo
dibuje con el roce de su silencio de tormentas
sobre el rostro de este mundo de vacíos.
No será su cuerpo ni su ceniza remanente
alimento para el fuego subterráneo
donde encienden sus vísceras los ciegos
y laceran con sus dientes la belleza de una flor
los burgueses y los cínicos,
cambiando por humo ácido el aliento liberado,
tiñendo de alharaca el quejido de un alma
olvidada en el armario, arrojada lejos,
donde intercambian su mutismo asombrado
los amaneceres a la espera de un milagro.
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