Lanzar una carcajada acampanada,
vibrante como una calesita,
derretir terrones de purpurina
para que refuljan los giros
y serpenteen sus colas por el cielo
llevándose las nubes de tu rostro.
No se si escribirán tu nombre
o una canción para quebrar las grietas
del silencio,
o si detrás de las esquinas
cuando escampe,
los grillos jugarán a la rayuela
en las palmas de tus manos.
Pintar con tizas de colores
los cercos de las casas,
las cunas de los niños,
las escaleras
y sentarse a ver pasar el tren,
mate en mano, sin temor a que la lluvia
nos disperse.
esquiva
Hace 2 semanas
4 comentarios:
QUE BIEN QUE ESCRIBIS
EXCELENTE POEMA
:)
BESOS
Muchas gracias por tu calidez y tu visita!!
Muy hermoso poema, Daniela. Me ha gustado mucho.
Excelente de principio a fin.
Besos
Ana
Anita!! Gracias por tu presencia aquí!! Muchos besos
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